lunes, 16 de abril de 2007

Caceria Nocturna

Nosotros dos estábamos enojados y exhaustos cuando en la oscuridad de la noche finalmente logramos una ubicación que parecía ventajosa. Era difícil de decir, pero juzgando solamente por los sentidos eran las dos de la mañana. Nos habíamos tropezado y pinchado con espinas a lo largo de la noche. Después de tanto pudimos relevar de la carga a nuestros adoloridos brazos. La carga de una pesada batería de carro llevada en una vieja caja metálica de leche agotó nuestras fuerzas mientras que con el otro brazo llevábamos un viejo reflector de luz de doce voltios y un rifle número veintidós. Habíamos sido bastante afortunados con los coyotes a la luz del día, pero sabíamos que en la caza nocturna se produciría una camionada de ellos. Después de todo había un generoso billete de diez dólares y a la avanzada edad de trece años, sabíamos que después de una noche, sería una buena recompensa..

Después de unos minutos recuperando el aliento, mientras pasamos un buen rato intentando conectar el reflector de luz, reuní suficiente aire para soltar un grito al hermano Burnham advirtiendole del arribo de depredadores. Yo había ahorrado mi dinero y había ordenado un combo depredador, que consistió en una llamada de largo alcance y un chirriante cola de algodón. Ellos habían sido responsables de la muerte de muchos desprevenidos coyotes. El silencio de la oscuridad fue roto por un espeluznante grito de una liebre que tenía las uñas de los dedos de sus patas extendidas. Después de muchos años cazando conejos en el oeste tejano, tenía una buena idea de como imitar el grito más insoportable de una gran liebre..

Como la resistencia del primer berreo se apagaba, nos quedamos allí en total oscuridad. Sintiendo alguna aprehensión y mucho entusiasmo, seguí haciendo sonidos como si fuese una comida fácil para cualquier criatura confiada que pudiera escuchar. Mi colega y yo nos miramos mutuamente con los ojos del tamaño de un dólar de plata cuando escuchamos un gruñido que sonó lo suficientemente cerca como para ser uno de nuestros estómagos. Como él se hizo paso para encontrar el encendido de la lámpara, se nos pararon los pelos del cuello como si fueran las púas de un puercoespín. La luz se encendió, y allí delante nuestro, a no más de 20 pies de distancia, estaba un enorme par de ojos que nos miraban fijamente como si nosotros fuéramos la cena. Antes que pudiera alcanzar la pistola, como acto de defensa propia, él vapuleó la luz dándole un giro de 360 grados, ¡Mira! Aparecimos rodeados por una guirnalda de luces del Árbol de Navidad Las buenas noticias eran que yo blandía una vieja Marlin automática número 22 con muchas balas. Me gustaría contarles que disparé con una exacta precisión y que apilé coyotes como atados de troncos, pero la verdad es que me encontré tirando del gatillo dejando la cámara vacía después de hacer 13 tiros en todas las direcciones en la noche. Había visto a John Wayne capturar a un número insuperable de Indios ese sábado por la mañana, pero de ningún modo él habría estado tan asustado como lo estaban esos dos niños corriendo por su vida, embalando el cargamento y la batería, gritando y tropezándose en una carrera que habría hecho sentirse orgulloso a Jessie Owens.

De algún modo cruzamos la barda con todo nuestro equipaje y estuvimos seguros fuera de la maleza. Escuchamos fuerte nuestros corazones latiendo intensamente intentando salirse de nuestros pechos. Permanecimos allí parados, rasguñados y sangrando, mientras que nuestro miedo se convirtió en risa. ¡Fui cautivado! Era sin dudas el sentimiento más estimulante que alguna vez había tenido, y sabía que repetiría esta aventura otra vez, con la esperanza de obtener un diferente resultado. Este hecho fue el comienzo de una larga vida de búsqueda de la noche y de los animales que se cazan en ella.

Afortunadamente, he aprendido una cosa o dos desde entonces. En los primeros años fui un tanto exitoso logrando cazar coyotes, zorros y ocasionalmente un lince, todo suficientemente cerca de mis 22. A medida que el tiempo pasó, conseguí progresos, las cosas comenzaron a mejorar para mí y no le fue tan bien a la población de depredadores del bosque. A los 22 me gradué con una Magnum, después vino una Hornet, y eventualmente llegó una 2 23 Bull Barrel, causante literalmente de la muerte de miles de incautos depredadores. La caza nocturna me dio un nuevo sentido. Mientras todos mis compañeros estaban saliendo y yendo a fiestas, persiguiendo chicas o haciendo cualquier otra cosa, yo estaba afuera en tratos con la miseria y los bichos. Cacé desde la tolva de un camión, luego desde lo alto del mismo con una brillante luz blanca y haciendo señales por horas. Como crecí, mi pasión por el deporte fue solventada por los precios de las pieles, que llegaron hasta el cielo, permitiéndome ahora realmente justificar esta locura ante mi padre. Compartiré con ustedes, que es para lo que importa, algunos trucos del negocio de este salvaje y excitante juego. He cometido suficientes errores durante los últimos 34 años para aprender un poco acerca de lo que se requiere para lograr poner exitosamente unos bichos en la tolva del camión.

Antes que todo, les daré la clave para tener una caza nocturna exitosa. Una luz inferior al promedio hará algunas veces un proceso desafiante, tornándolo extremadamente difícil. Los ojos de los depredadores son únicos en esto porque recolectan y reflejan la luz a través de una serie de conos, bastones y alguna sustancia que realmente no entiendo como funciona. Esta característica hace que el pequeño brillo de sus molestos ojos brillen como reflectores cuando son golpeados por una luz en la noche. De este modo una brillante luz blanca (clara) es fácil de ver, y, concedido, realmente hace cosa fácil para ver, pero esta particular fauna no parece ser compelida a "andar hacia la luz", como la muchacha de Poltergeist. Una luz clara por lo general asustará mucho a un coyote antes que usted pueda lograr hacer un tiro. El remedio para este problema es un lente rojo. La lente roja, o filtro, hace que el deslumbrador brillo de la luz se suavice, el rojo es menos intimidante, además que iluminará aún mejor los ojos. La lente roja permite al llamante detectar a un depredador a una distancia mayor de quinientas yardas. El truco es, mantener la luz en alto y justo encima del depredador, mientras él se acerca. Esto es especialmente importante en el caso de los coyotes. Por alguna razón, los zorros y gatos no parecen preocuparse tanto por la luz. Algunas áreas donde los coyotes han visto mucha cacería nocturna, ellos pueden convertirse en "tímidos a la luz". Podría ser necesario tener un dimmer y así poder controlar la potencia de la luz y bajar aún más su intensidad, haciendo el brillo no tan intenso. Esto hace que los ojos sean un poco más difíciles de ver, pero puede permitir a los perros tímidos acercarse lo suficiente como para un tiro. A algunas personas les gusta darles con un golpe de luz clara cuando están listos para un disparo, pero he visto que es mucho mejor no cambiar algo en ese crucial momento. Usted debe aprender a hacer venir a la presa y disparar con la luz roja. Las marcas no importan mucho, pero algo desde una potencia luminosa desde 200,000 a 1’000,000 de candlepower, para nosotros trabaja realmente bien. Hablaré mas tarde sobre el empleo de la luz.

Independientemente de los llamados de voz que usted está acostumbrado a utilizar en el día, debería trabajar para mejorarlo en la noche. Un aullido puede ser usado en algunos casos, pero una llamada de angustia siempre parece ser mejor. La electrónica puede ser usada, siempre que usted mantenga al llamador en su vehículo o cerca de este. El depredador tiene que estar mirando en su dirección para reflejar la luz, permitiéndole a usted verlo. Un llamador remoto, lejano a la luz lo tendrá mirando en la dirección del sonido, y no podrá ser capaz de verlo. También es una buena idea tener un chillador de mano, o ser capaz de emitir sonidos como los de un beso, o chirrear con el labio. Algún bicho se acercará y se mantendrá allí por un momento. Los chirridos por lo general los traerán directamente a ustedes.

La evolución de la luz y el equipo de llamada es realmente un avance primordial en el deporte de las llamadas nocturnas. Pienso que la mayor adaptación es el uso y perfeccionamiento de lo que conocemos como "la Silla". Después de años de tener que sostener la luz, mientras mantenía la mira sobre la presa, y emitía un poco de chirridos, decidí que tenía que haber un mejor modo de hacerlo. Me escapé de mi tienda y empecé a tontear con algunas ideas acerca de como hacer una llamada, iluminar, dispar, cazar, y permanecer parado detrás de una peek up. Necesité algo que fuera capaz de sostenerme la luz, que me dé un estable y buen descanso para poder disparar, un lugar seguro para montarme y tener un buen punto de vista y hacer las llamadas. ¿Qué surgió? Una silla multifuncional con más comodidades que las que tiene un chico perezoso. Usé una confortable silla de oficina y sobre su asiento, construí un plato metálico para acomodar un eje en el que iría un cilindro con una maniobrabilidad de 360 grados. Después, tenía que ser suficientemente estable como para sostener a un muchacho grande por un buen tiempo yendo por un terreno rocoso o colinas, mientras limpia los alrededores de las afueras. La aseguré a mi camión sujetándola a los carriles de los ángulos de hierro bajo la tolva. Después de un par de abrazaderas y un poco de soldadura, la silla tomó la forma de algo como el "Guerrero del Camino". Haciendo un tiro con un pesado rifle de barril a un bicho, quise ser capaz de apoyar el peso del arma, así como tener un buen lugar donde poner el arma cuando el terreno se ponga un poco sinuoso, o cuando sea plano, yo sólo descanzar.

Subí el asiento de la silla con una barra y crucé el respaldar con otra barra para el descanso para el disparo, sobre el cual construí una base para el arma. La misma que necesité para sostener bien el proyector de luz dirigido en la dirección en que yo estaría mirando y disparando, entonces monté una luz sobre el frente de la barra sobre la que se apoya mi arma. Como yo he aprendido mucho cobrando zorros, y algunos coyotes, usted algunas veces necesita una escopeta. Entonces, construí un pequeño rack detrás de la silla para una escopeta. Mis pies descansan sobre un apoyo circular para permitirme girar la silla con ellos, entonces puedo mantener mis brazos libres. Coloqué un wakkie-talkie allí para poder comunicarme con el conductor y añadí un apoyabrazos más alto a la derecha para estabilizar el rifle. La totalidad permitió levantarme del suelo aproximadamente doce pies. Lo que me da una posición ventajosa muy buena para visitar las elevaciones de las malezas.

Con todo este gran equipo disponible, debería ser simple, ¿No? Bien, ustedes todavía tienen que saber unas cosas mas sobre la caza nocturna, que es un verdadero contraste en relación con la caza diurna. Encontrar un área con un buen campo visual es una idea buena. Después de todo, si usted fácilmente puede mirar en todas direcciones, simplemente girando la silla, ¿Por qué no tratar de encontrar un lugar dónde pueda aprovechar esto? Por lo general cazamos en la primera parada. Lo que significa que damos vueltas (despacio) y tratamos de descubrir los ojos que simplemente estén en el lugar incorrecto y en un mal momento. Cuando esto pasa, presione el botón de la radio, alertando al conductor para que pare. Entonces chirreé hasta que el bicho llegue. Hemos cazado muchos linces de esta manera. Una vez que llegamos al área queremos llamar, siempre miro alrededor por si acaso uno me mira y esté lo suficientemente cerca para ver. Una llamada ruidosa de buenas a primeras a veces espantará a las criaturas cercanas. Si yo no veo nada, comienzo a llamarlos. Del mismo modo que en las llamadas del día, comience el con un volumen fácil y bajo, luego gradualmente vaya subiendo de la intensidad hasta llegar al nivel de una llamada verdadera. Mientras hace esta operación, lentamente ubique la luz roja en alto, directamente encima de las copas maleza.

Cuando usted ve un par de ojos, MANTENGA LA LUZ SOBRE EL ANIMAL, pero haga brillar directamente la luz sobre él. Señale el centro un poco más alto de los ojos. Nosotros lo llamamos a esto teniendo el "halo". Usted será capaz de ver los ojos correctamente, en relación con el modo en que ellos reflejen la luz. Es de extrema importancia que usted identifique correctamente a su visitante como un depredador. Justo porque usted hace volar una llamada que atrae a depredadores, lo que no significa que sólo los depredadores pudieran acercarse al llamado. He tenido muchos venados, perros, gatos de casa, cerdos, e incluso unos terneros que hacen caso a la llamada. Confíe en mí, usted no necesita aquella clase de agresión. Una vez que usted positivamente ha determinado a su invitado, acuérdese de dejar "el halo" sobre él. La misma cosa que lo hace un cazador de la noche, le da la capacidad para que pueda ver su vehículo a no ser que la luz esté sobre él. Cuan más brillante la noche, esto es más importante. Si él se acerca y usted mueve la luz y la intensifica, él probablemente verá que es y se irá.

El inconveniente de las llamadas de noche es que si ellos se dan vuelta y se alejan y el bicho va hacia afuera, usted por lo general no hace ningún disparo como a veces si hace en el día. Una vez que la criatura está a su alcance o suficientemente cerca que quiere para tomarlo, chirreé, chupe, ladre o haga cualquier cosa necesaria para detenerlo y realizar el tiro. En realidad he tenido un zorro metiéndose debajo del camión mientras que yo estaba enfocando a otro animal, o justo porque él no se paraba. Así, la escopeta se montó directamente detrás de mí. Acostumbrarse a la totalidad de cosas de la noche es divertido y un poco desafiante, pero las recompensas pueden ser muchas. Hemos tenido noches en las que cazamos 20 coyotes, y una cuando embalamos 6 linces, 4 zorros, 3 coyotes y 3 mapaches.

La mayor parte de noches cazamos varios distintos animales. Esta es la parte de la diversión; usted nunca sabe que animal podría llegar. La acción es a veces intensa, con múltiples respuestas, con fuerza cargando coyotes, o tal vez un gran gato saltando sobre usted para matarlo. Si usted no ha intentado cazar de noche, haga el intento, quizás estará gratamente sorprendido. ¡Buena Caza!

Randy Watson
El presente articulo fue publicado por The Trapper & Predator Caller Magazine en Febrero 2002.
Traduccion: Coca Morante

1 comentario:

Editor dijo...

a wonderful and funny story plus some great info about varmint hunting. Thanks!

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