jueves, 19 de abril de 2007

Notirapidas 19/04/2007

Cazaban antílopes con lanzas

SANTA ROSA.- La policía encabezó otro procedimiento contra la caza ilegal: esta vez demoró a seis turistas franceses que, con perros traídos de su país, a caballo y con lanzas, cazaban sin ningún tipo de habilitación a decenas de antílopes africanos y ciervos colorados al sudeste de la provincia. Los investigadores dijeron que se toparon con una situación novedosa para La Pampa. "Cazaban a caballo, junto con los perros, para atrapar ciervos colorados y antílopes. Luego, con lanzas, se finalizaba el acto de caza", aseguró en conferencia de prensa Daniel Lasa, director de Recursos Naturales de la provincia. La estancia, según explicaron fuentes policiales, no está habilitada ni como predio ni como coto de caza; los franceses no tenían permiso de caza; es ilegal la captura de ciervos colorados con perros y, además, no está permitido el uso de lanzas. En la provincia, salvo excepciones como en el caso del jabalí, la caza con jauría está prohibida. Los perros, que serían de la raza Grand anglo-français, habían sido importados especialmente desde Francia. Como en Europa La práctica de caza con jauría se haría al son de cornetas y con toda la parafernalia de las cacerías de Europa, una tradición que se remonta a la Edad Media y que en algunos países europeos ya está prohibida. "Cuando llegamos a la estancia, con una orden judicial de allanamiento, parecía que estábamos en Europa. Era como en las películas, donde los cazadores se preparan para la tradicional caza del zorro. Había 40 perros, y los cazadores, vestidos con chaquetillas y botas, estaban a punto de montarse a los caballos", dijo a LA NACION Roberto Castro, jefe de la División Antiabigeatos de la policía. El allanamiento se produjo en la estancia La Rosada, en cercanías de Bernasconi, un pueblo ubicado a unos 250 kilómetros al sudeste de Santa Rosa. Los turistas franceses -que llegaron al campo desde el aeropuerto de Bahía Blanca- fueron demorados unos minutos por la policía. Luego de la presentación de los pasaportes, se les labró un acta de infracción. Además, los policías secuestraron treinta trofeos de ciervos colorados y antílopes, y varias armas.
Por Sergio Romano
Para LA NACION


China pide legalizar el comercio de partes de tigre y defiende su cría en granjas

M. Shrestha/efeKatmandú
China ha aprovechado un foro internacional en Katmandú para abogar por el fin de la prohibición del comercio con partes del tigre. El gigante asiático argumenta que la prohibición no ha logrado reducir en 15 años el declive que sufre la población de tigres, algo que desmiente la organización británica Traffic, que afirma que la prohibición ha conseguido reducir no sólo la caza furtiva, sino la demanda para la medicina tradicional china.Argumenta para ello que, en casi 15 años, esa prohibición no ha servido para reducir el declive de la población de tigres, de apenas 5.000 animales frente a los 100.000 que existían hace un siglo. El mismo número de tigres han sido criados en 200 "granjas" dedicadas oficialmente al "entretenimiento y la educación" de la población en China, donde apenas quedan 20 ejemplares en estado salvaje, según datos de la organización británica Traffic, que se dedica a analizar el mercado de las especies salvajes.Durante un Simposio Internacional sobre el Tigre organizado por el gobierno de Nepal y celebrado durante tres días en Katmandú, al que daba ayer continuidad en esta misma capital la asamblea del Foro Global del Tigre, los representantes chinos intentaron convencer de su teoría: "comerciar para salvarlos".La medicina tradicional china se sirve de los huesos del felino para sus remedios, entre ellos el llamado "vino de tigre", que se elabora dejando la carcasa del animal en remojo en vino de arroz. Caza furtivaPese a la prohibición implantada en 1993 al comercio con partes del tigre, la caza furtiva ha continuado y la mayoría de las víctimas terminan en el gigante de Asia, en parte debido al hecho que de cinco de sus ocho especies se concentran en 14 países de este continente.Entre 1999 y el 2005, fueron decomisados los huesos de más de 100 tigres en la India, China y Nepal, afirmó Kristen Lowell, de Traffic, quien elaboró un estudio sobre las granjas chinas.Durante el mismo período casi mil tigres murieron en India, según los conservacionistas de este país. En la propia China apenas subsisten una veintena de individuos en estado salvaje, mientras que en la década de 1950 había unos 5.000. Traffic apuesta por mantener la prohibición al comercio, pues en su opinión ha logrado reducir tanto la caza furtiva como la demanda para la medicina tradicional china. "Dar otra vez rienda suelta a la demanda en la poderosa economía china sería una catástrofe para la conservación: las poblaciones de tigre no pueden resistir un aumento de la presión de la caza furtiva", alertó Lowell.El gobierno chino ampara a los dueños de las granjas de tigres y su pretensión de poder comerciar con ellos. "Estamos realizando una completa evaluación de las políticas de conservación, incluyendo la alimentación de los animales y la reapertura del comercio", admitió el portavoz del Instituto de Investigación y Tecnología de Pekín, Jia Chen.La teoría china es que los tigres de las granjas podrían emplearse tanto para propósitos comerciales como para repoblar estos animales en sus hábitats naturales, aunque los ecologistas cuestionan que un tigre cautivo pueda adaptarse al medio salvaje.Voces de alertaEn el foro de Katmandú ha habido voces para alertar de que los clientes chinos buscarán con más ahínco hacerse con partes de tigres salvajes que con productos derivados de los alimentados en las granjas."La sociedad china se guía por modas. El vino de tigre, por ejemplo, podría ser un producto de consumo masivo", consideró Steven Broad, de Traffic.Levantar la prohibición "sólo beneficiaría a unos cuantos empresarios ricos. Los gobiernos han invertido millones en salvar al tigre y esos esfuerzos serán en vano si se permite el comercio", alertó Susan Lieberman, en representación del Programa Global de Especies de la organización ecologista WWF (World Wild Fund).El ecologista australiano Hank Jenkins destacó que "la demanda conduce al comercio ilegal" y sugirió que, de quitarse la prohibición, debería haber "mecanismos para atender la demanda como un suministro regulado de las partes" del animal.Tras los dos foros dedicados al tigre que, a lo largo de esta semana, se celebran en Katmandú, en junio se reunirán en La Haya los firmantes de la Convención sobre Comercio Internacional de Especies en Peligro (CITES).China ya se ha dirigido a ella con un documento en el que mantiene que la prohibición ha sido inútil para impedir el declive de la especie, pero costosa para la economía china -con una pérdida cifrada en 2.000 millones de dólares- y dañina para sus tradiciones y para la atención médica a los más pobres

1 comentario:

Editor dijo...

send me the link for the news article on using a lance on the antelope, please
thanks,
Rex

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